viernes, 13 de mayo de 2011

Juan y el río

De la plaza de los encuentros, al sur: la vereda alta y aquel hombre  apacible, con agradable extravagancia, el modo sencillo y el  gesto amable, llegando al umbral, en la última esquina, sobre la honda calle que cae hacia  la añosa arboleda del parque, encima del río.
Su delicada y serena apariencia suele asomar de la casa en silencio, donde añoso árbol da sombra,  colmado de rojiza flor y ante un cielo  feliz de golondrinas  en la  claridad del octubre.
La vecindad del parque, nuestro lugar común, lo ve pasar meditando, camino al cercano cauce..., a la magia del Gualeguay de minuanes, confundiéndose  entre los fragantes y enormes eucaliptus de las leyendas amorosas.
Pescadores lugareños, cuentan de su extraño diálogo con las aguas, el sauce y el ave; allí, en la orilla desolada: su refugio.
Bella...atardecida imagen sobre sosegada canoa.
Y es en esa preciada calma, que lo sorprende la hora de la luz incierta del ocaso, ya imperceptibles las letras de aquel libro entre sus manos mansas.
Así y allí, retoma el hombre,con paso lento, el tardío regreso cotidiano, por el 
sendero que con su andar va dibujando.




  Allí... Juan y el río,
ante el amanecer del poema eterno;
latido que emerge del vientre del alma:
amparo materno.

Emoción en fuga,
anunciando el llanto de preciosa vida...
La canoa es cuna sosegada al sauce;
presencia sufrida.

Solos... hombre y río
en sagrado cáliz de orígen divino.
Una luz distinta eleva la imágen
del amor genuino.

Despertar del canto;
rosadas sus alas de pétalos suaves.
Gracia ofrecida, allá en el misterio:
Edén de las aves.

Y ahí... está el poeta
llegado del puerto dónde el frío duele;
el humo en el rostro,la mirada lejos...
Su apodo:Juanele.

                                               LUZ DEL CANTO.




                                                                                                    julio C. Faggiana 2010.




jueves, 14 de abril de 2011

Americanto-Gualeguay

                                               Americanto- Gualeguay- 2005-

lunes, 24 de enero de 2011

El río y su encanto

.1996-programa de JulioC.lardit
El Gualeguay; río de encanto,con su paisaje admirable,sus aguas aparentemente mansas, y ese extraño ser que llama desde su vientre. ¿  será el alma minuán ,esencia de aquel  natural dueño de la tierra? En su ribera crecieron  los hombres elegidos para las artes:las letras, la música, la pintura y más. Allí, en la calle que quedó cortada por el progreso;"el querido Antonio Castro",nuestro pintor,el artista,el ser  de la humildad extrema,  digno en su pobreza .Sé que más de un necio lo ignoró o lo ocultó en vano olvido . Antonio sintió pena por ellos.(He dialogado mucho con mi amigo)
¡Que paradoja..!"un hombre rico",siempre metido en su tesoro: la isla que ya no está..se fué con él..
No lejos de Antonio, también frente al viejo parque ribereño,el umbral de Juan Laurentino Ortíz...Y estoy hablando del gran "Juanele", poeta máximo,donde transcurrieran sus años de juventud . En el mismo barrio, donde Don Juan Ledesma;guitarrista del ámbito popular, envejeciera luego de una mocedad plena de gloria con "Los sesenta granaderos",o"Kilómetro 11", andando por los senderos de la patria. Esa misma orilla del tambor mayor de Los Andes: Don Bruno Alarcón. Hombres elegidos, sobre la tierra elegida.¡Cómo no sentirse orgulloso y comprometido, siendo copoblano y estar nutrido por la misma savia del paisaje mágico del Gualeguay,ante ese poder que eleva el espíritu y enciende la emoción hasta florecer en un canto,una acuarela ,una melodia acariciando las almas.Pués, aquí crecí y existo,con mi pequeña canción, pero tan colmada de éste aire, de éste cielo, de ésta fragancia de río; sencillamente, tan del Gualeguay.

Juan y el río

Inevitable la actitud de traer a mis páginas impregnadas de añoranza,éstas  simples imágenes,por su apariencia, pero tan sagradas por lo que representan. Sé que estéticamente existen inigualables maravillas, y tan diversas en este planeta colmado de  belleza. Pero éste sitio, muy particularmente, éste paisaje de río,el pino y el arenal, con la canoa amarrada bajo un distinto atardecer. En esa distancia breve, y en un crepúsculo similar,nacieron los trazos del poema inmortal, desde lo profundo del  hombre llamado Juan.






 Alli...Juan y el río,
ante el amanecer del poema eterno.
Latido que emerge del vientre del alma;
profundo y materno.                               


                         Emoción en fuga,
                         anunciando el llanto de preciosa vida...
                         -la canoa es cuna sosegada al sauce,
                         presencia sufrida-

                         Solos; hombre y río
                         en sagrado cáliz de orígen divino.
                         Una luz distinta
                         eleva la imágen del amor genuino.

                         Despertar del canto.
                         Rosadas sus alas de pétalos suaves.
                         Gracia ofrecida
                         allá en el misterio: Edén de las aves.

                         Y ahí, está el poeta
                         llegado del puerto donde el frío duele.
                         El humo en el rostro, la mirada lejos.
                         Su apodo: Juanele.
                       



                                                      


                                                                  
                                                      


domingo, 23 de enero de 2011

La creciente

La calle ancha y el agua
Reflejé del río, su encanto.Comenté de su apariencia mansa, de su caudal generoso; el que diera al hombre costero, el sustento de cada día.Pero ese caudal de ofrenda, con su mansedumbre, era de pronto la furia incontenible,el enojo; correntada desbordada, devorando todo a su paso...Aún resuena en mi memoria aquel rezo monótono y constante  de las ranas . Allá lejos, el sonar de remos en el agua, llevando a mis hermanos ribereños hacia algún refugio; como el viejo corralón, donde algunos trabajaban.Otros tenían la mano tendida de algún amigo que les ofrecía un lugar donde resistir-  Si...aún sobrevivía la solidaridad; aquella vieja herencia gaucha.  Como aún duele la tristeza de ver  pasar  aquellos techos   humillados,los viejos baúles del   hermano pobre, con sus precarias pertenencias a la deriva. Después  de las alegrías en diciembre, de la  playa y el hechizo del carnaval en febrero, ya yéndose el ardiente  verano y en el umbral de una   nueva década:" La brava creciente  del cincuenta y nueve"; la gran  crecida del Gualeguay, que viera   llegar hasta la antigua plaza   Constitución. Este hecho, marca un antes y un después del arrabal   nuestro, el que continuaría con  el   trazado de la ruta 136, cortando el   parque y parte de aquel "rincón del sur Gualeyo". Comienza la  erradicación de ranchos, originándose un nuevo barrio; el llamado Bo. 25 de Mayo. (barrio veinticinco)
Se termina una época del gualeguay-orilla.La de los terrenos baldíos, con cercas florecidas, y aquella dulzura de frutos silvestres que nos nutrían y deleitaban:" El mburucuyá", con su pasionaria flor,tan sugestiva y bella, con su fruto de piel naranja, el tas lechoso y de fibroso corazón, el miquichí, el huevo de gallo, entre tantos frutos asomando en las enredaderas. No olvido aquellos naranjos e higueras dando sus manjares en las taperas desoladas.
Escribo, detallando aquello que con el pasar del tiempo , daría vida a mi canción provinciana, aleteando con un sueño de poema.
.....................................................................................................................  


Todo era mas lento entonces, cuando niño.
¡Tan ajena parecía la distancia..!
 La flor sin dueño,surgiendo de las cercas,
 con su milagro de ofrecida fragancia. 


                                                  
                                                    Julio C. Faggiana 




sábado, 22 de enero de 2011

Retrato


El autodidacta

Intuición,imaginación,sentimiento:Cualidades, que cuando la vocación es llama viva y poderosa,cuando esa " extraña locura " te eleva al convencimiento y la audacia,éstas se convierten en los pilares fundamentales que dan vida a la idea ,y la fantasía se torna evidente, palpitante realidad.lograda con el buscar permanente.
Catorce años,una " guitarrita de madera rústica", con no más de sesenta centímetros de largo y con "tres clavijas de palo", es decir de madera,con tres cortes de tansa de pesca y de distinto grosor, templadas por o con la memoria auditiva de los sonidos.(ya tenía mi guitarra para práctica y aprendizaje.)
Convivía con los abuelos; solitarios en la vieja casa,y pasaba las horas sin noción de tiempo;tardes, noches y madrugadas en que me levantaba a reproducir una idea que me rondaba.Con el transcurrir de los años, tomé conciencia de que era la armonía lo que perseguía y me subyugaba,la búsqueda de melodías que creía y sentía, estaban en el verde paisaje.
Allí y así, fueron madurando mis primeras obras:armonías,melodías y versos,los que quedaran en el recuerdo de algunos amigos, y otros en mi memoria,ya que no tenían partituras, y muy desordenadamente escribía apuntes en cualquier papel(Yo me entendía). 
Conclusión: Cuando se quiere, se puede...y si se puede, se debe..

viernes, 21 de enero de 2011

El autodidacta y aquel tiempo

 En aquel tiempo de mi niñez,las familias humildes no tenían acceso a la línea del teléfono en sus hogares, ni a los aparatos de televisión( blanco y negro ) construidos en su mayoría, por técnicos locales. Ante ésta circunstancia,nuestra concurrencia era a las salas de los cines "Mayo y Variedades", y en sus funciones matutinas de los domingos;la clásica matiné. 
Era la radio(o el radio), quién reinara en toda hora. Los diarios: "El debate y El  pregón"en el hogar, y en la calle, el trueque de revistas viejas, con ese color grisaceo, y un olor muy particular del papel. Era éste, un trabajo de todos los días,porque los contenidos" eran devorados ".  Predominaba entonces ,la gimnasia cotidiana y constante de la lectura, más el buen cine argentino, saludable , instructivo y genuino, a lo que se le sumaba la cultura adquirida y construida en el andar la calle;contemplar, oír y reconocer los distintos rumbos de la mente y del alma;aprendiendo a discernir para transitar honestamente por la vida.   
Si a todo ésto le agregamos la participación en juegos de habilidad y destreza, en que cada niño ideaba sus propios elementos para jugar y competir; el cuerpo, la mente y el espíritu, crecían vigorosos, agudizando el ingenio, el entendimiento,sintiendo así a nuestro par, como a un hermano. 
Se aprendía a amar la naturaleza, el paisaje puro que nos armonizaba humanamente. Era, además y por sobre todo,profunda la conciencia del respeto y la autoridad; desde el niño nieto hasta el anciano abuelo.  "Creo haber crecido con lo racional, lo intuitivo y lo empírico del conocimiento"     
Como autodidacta; mis disculpas por tomarme licencias literarias que puedan transgredir la estructura convencional de la gramática que dispone la Real academia.Pués, humildemente ruego, se permita que mi alma en libertad, exprese su sentimiento profundo,con la sincera y respetuosa palabra.                                                                            
                                      La palabra
                                                                       Valiosa es la palabra, si comprendes
                                                                       que para tu grandeza te fué dada.
                                                                       Ella puede cerrar profunda llaga,
                                                                       acercarte a la gracia que pretendes.   
                                                            
                          (Primer cuarteto de soneto)  Julio C.Faggiana-