domingo, 12 de febrero de 2012

El Goyo y el Juancho:" Los Pichay " (II )

Retomando el retrato visual de aquellos ya desaparecidos  cazadores de oficio, quizás los últimos, auténticos y nómades que pude conocer,asoma la imágen de sus percudidas bombachas criollas, angostas, como para no enredarse y sujetada por negra faja desalineada, raídas las alpargatas pobres mostrando  el talón, o un dedo afuera, y siempre la planta de los piés, como las palmas de sus manos, de un pálido color, por esa permanencia constante en el agua.
La aplastada boina vasca, alguna vez renegrida y volcada sobre un ojo como sombreando su brillo perpicáz: la notablle picardía islera .
Camisas entreabiertas dejaban ver los torsos quemados por hogueras de soles, y que al lucir arremangados, fibrosos brazos mostraban, como nudosos troncos de parra.
Nuestros marginales; llamados " los negros del bajo" o " tapes brutos y cuchilleros": un viejo concepto  en aquella mentalidad  fóbica, seudo ilustrada y engañosamente culta, ya que "negros", "tapes" y "cuchilleros" existieron y existen en todos los ámbitos: entre los  pobres y los ricos.  
Solía verlos irse con el atardecer hacia el misterio de las peligrosas islas, en sus canoas pequeñas, angostas, veloces y "celosas", las que solo ellos, a remo y pala llevaban, abriendo el pecho caudaloso y bravío del Gualeguay.




 continúa.        

2 comentarios:

  1. Y si, tenían un cierto aire de misterio los dos, gente muy respetuosa y de sombrero,...y algo furibunda cuando los festejos, me acuerdo de que Juan era un simpatizante furioso de la union civica radical, uno de los pocos en un enjambre de peronistas de distinto pelaje, y vivía en el mismo triangulo de tantos personajes y jugadores maravillosos del futbol local...

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  2. Agradezco compañero tu valioso aporte sobre el carácter irascible y a veces colérico de éstos hombres, hasta intolerantes por sus ldeas, de que habitaron en nuestro"barrio de las ranas", tan popular, con tan rica historia y con personajes sobresalientes en el arte , en el futbol y en los oficios. Pero mi modesta intención es la de retratarlos en su rudo trabajo de "bicheros", baqueanos en la isla y en los esteros,defendiendose con herramientas rudimentarias, su conocimiento empírico logrado del vivir en el agreste paisaje y en la soledad.Es recordarlos allá por el 59 ,cuando la creciente brava se llevaba los ranchos de paja de nuestra gente pobre, cuando no había ruta, solo" la calle ancha", el viejo parque y el río.

    Gracias y un gran abrazo.

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